21 mayo 2014

Pinturas murales de Nosa Señora das Virtudes da Ponte, Matanza de los Inocentes y Huida a Egipto.

Pinturas murales del ábside de Nosa Señora das Virtudes.


Concluye nuestra visita al Santuario de Nosa Señora das Virtudes. Tras avanzar por la nave observando las imágenes marianas y el exvoto marinero, quedábamos bajo el arco gótico triunfal y honrábamos a la "Santiña". Allí, junto a las pinturas de la Muerte Viva y del caballero ofreciéndole inútilmente su riqueza, sentíamos el miedo y la preocupación de las gentes de la Edad Media ante los duros tiempos que les tocaron vivir.

Pero frente al Pecado y la Condenación, es posible la salvación, y la vía pasa por Cristo. Así, en los templos gallegos también nos encontramos con la esperanza de la Redención, representada mediante pinturas con episodios alusivos a la Infancia, Pasión, Muerte y Resurrección.

En el ábside de la capilla mayor de Nosa Señora se localizan escenas de la infancia de Jesús: la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Matanza de los Inocentes y la huida a Egipto. En el centro, bajo una ventana, una inscripción documental, en caracteres góticos, que aludiría a la fecha, el lugar y posiblemente el promotor o autor de las pinturas, aunque hoy tal inscripción se encuentra prácticamente destruida.

Por la factura y la similitud con las pinturas de la catedral de Mondoñedo es posible determinar que habrían sido realizadas en el período tardogótico, ya que la iconografía de la Matanza de los Santos Inocentes de la época evoluciona hacia una representación del horror y de la brutalidad en las escenas, el derramamiento de sangre y el dramatismo de los hechos. Por otra parte, las indumentarias de los soldados y las armas recuerdan a las utilizadas en tiempos de los Reyes Católicos. Por lo que las pinturas deben de ser de ese tiempo o posteriores si el pintor hubiera querido representar personajes antiguos con vestimentas que ya no estuvieran en uso en ese momento, lo que llevaría al último cuarto del siglo XV o principios del XVI.

De las escenas de la Natividad y de la Adoración de los Reyes Magos apenas quedan unos restos y fragmentos de las inscripciones.


La Matanza de los Santos Inocentes.


Respecto a la Matanza de los Santos Inocentes, la representación cuenta el pasaje evangélico en el que Herodes, montado en cólera, ordena matar a todos los niños menores de dos años al enterarse de que los magos, desobedeciendo sus órdenes, han regresado a su tierra sin indicarle dónde estaba el niño. La pintura muestra la escena tal y como se representa en la iconografía cristiana y a la que ya me he referido al visitar las pinturas murales de la catedral de Mondoñedo. Aunque la figura de Herodes prácticamente ha desaparecido, se ven sus extremidades inferiores y parte del trono donde estaría sentado. Viste con manto y su mano izquierda porta el cetro real. Una mujer le suplica en vano misericordia, con su rostro bañado en lágrimas. Ajenos a ello, los soldados ejecutan con determinación e impasibilidad su mandato y están a punto de degollar a dos infantes mientras sus madres intentan protegerlos interponiéndose con sus cuerpos. Un soldado agarra del pelo a la que está echada para separarla de su hijo de pocos meses de edad para así poder acometerlo. A la derecha de la imagen, tirado en el suelo se encuentra el cadáver de otro niño, mientras su madre llora sobre su cabeza decapitada que recoge amorosamente con sus manos.


La Huida a Egipto.

En la siguiente escena, la Sagrada Familia protagoniza la Huida a Egipto. Mateo es el único de los evangelistas canónicos que lo refiere, siendo su relato simple y conciso:
... Después que ellos [los magos] hubieron partido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José diciéndole: Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Y estate allí hasta que yo te avise. Porque Herodes ha de buscar al niño para matarle. Levantose José y, de noche, tomó al niño y a su madre y se retiró a Egipto. (Mateo, 1:13-15)
Narración tan escueta no permitía la inspiración artística, por lo que la imaginación popular recurrió a las fuentes que tradicionalmente han enriquecido y adornado al arte cristiano: los Evangelios Apócrifos y las leyendas orales. De hecho, la escena representa un relato que se transmitía oralmente y que gozó de gran popularidad, sobre todo en los últimos siglos de la Edad Media, no siendo recogida por escrito hasta muy pasado este período. Se trata de la leyenda del campo de trigo y cuenta que la Sagrada Familia, huyendo de Herodes, atraviesa un campo de trigo que estaba siendo cosechado. Milagrosamente, los trigos crecieron durante la noche y taparon todo rastro de los fugitivos. Al día siguiente, los soldados preguntan al campesino sobre el paradero de la familia y éste contesta, sin faltar a la verdad, que habían pasado durante la siega del trigo. Los soldados, creyendo que eso había sido el año anterior, desisten de la persecución.

La representación de este pasaje del ábside es muy familiar, permitiendo a las gentes identificarse con la Sagrada Familia y sus tribulaciones. La Virgen y San José llevan capa ya que les espera un largo viaje y deben protegerse del frío. Sobre la cabeza de la virgen y a pesar del desconchón se vislumbra el halo, y sobre la del embozado niño Jesús aparece el nimbo crucífero, que señala su divinidad. Tanto su vestimenta, como las de los dos labriegos es la típica de las gentes de la época. La escena transmite la atmósfera que debe de haber imperado durante el viaje: expectativa, mutismo y preocupación y podemos observar como cada personaje reacciona ante la situación de una manera individual y diferente. Ello, unido con el uso de ropajes contemporáneos refuerzan la identificación del fiel con la Sagrada Familia y pone énfasis en la naturaleza humana de Cristo.

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Fuentes: 

VV.AA. Nosa Señora
das Virtudes da Ponte, Arante - Ribadeo. Cuadernos de Investigación del
IES DIONISIO GAMALLO FIERROS de Ribadeo, nº 6 (2ª Edición). 2005.

GRAU-DIECKMANN, P. Influencia de las historias apócrifas en el Arte. Revista Mirabilia. Diciembre. 2001. Disponible en línea: http://www.revistamirabilia.com/sites/default/files/pdfs/2001_06.pdf

09 mayo 2014

Nos disuelven a los adredistas

Emisión de un programa de radio de Ecoleganes de los adredistas, desde la fnac de Parquesur.

Carta de Andres Mencía publicada en el blog escribiradrede denunciando la expulsión de los voluntarios de los talleres de escritura creativa por parte del director del CAMF de Leganés.

Después de tantos años alimentando de cuentos Escribiradrede, los adredistas nos creíamos inmortales. Este mito de la inmortalidad, que fue siempre la ambición de los genios, nos tenía envenenados: a nosotros, que con creaciones colectivas tratábamos de terminar con los genios. Pues sí, los adredistas hemos sido fusilados o cagados por las palomas, si no ambas cosas, como cualquier genio.
Ha venido a disolver esta manifestación, la bella aventura del adredismo, uno de esos tópicos personajes iletrados que tanto bajan la media en comprensión lectora de los informes PISA: el director del CAMF de Leganés, don José Luis Sánchez Serra. Ese mismo personaje que no hace muchos días fue ferozmente zarandeado por Mercedes Milá en aquella película rodada en el centro que él dirige y más digna de concursar como ficción en el festival de cine de Sitges, aunque estuviera mal dirigida, peor montada y filmada de aquella manera, que de ser emitida por Cuatro como programa informativo.
Teníamos que haber sospechado ya de las capacidades de este señor aquel día, al contemplar en la tele cómo balbucía respondiendo a la ladina periodista. Cuando le hubiera tocado defender la independencia, dignidad e inteligencia de los residentes diversos funcionales que no se prestaron al programa, el señor director se dedicaba al asombro, como cualquier buen aficionado a las pelis de terror de serie B, ¡cualquier cosa menos el asombro en esa circunstancia!, o defender por ejemplo la profesionalidad y buen nombre de la inmensa mayoría de los trabajadores a su cargo y que en la residencia desenvuelven su actividad, o apoyar a los numerosos voluntarios que de una u otra manera comprometemos nuestro tiempo asistiendo a estos residentes cuya independencia él ni concibe.
Pero no sospechamos nada entonces. Y hasta aplaudíamos su gesto de participar como actor en la puesta en escena de “Aquí no paga nadie” por la compañía de teatro del CAMF, e incluso lo reseñábamos en la nota publicada en la última página del último número de la revista Proposiciones –otro éxito alimentado por los adredistas y que se va a disolver. Eso sí, la nota fue escrita con la ironía que nos permitía el hecho de haberle ya felicitado personalmente por su transmutación en obrero sindicalista, domesticado por la pluma siempre inteligente de Darío Fo, ¡dónde vas a parar!
Pues bien, esta reseña en la contraportada de la revista, y que titulamos “Otro gran momento” para que se oyera desde la primera palabra nuestro aplauso incondicional, ha sido deconstruida por el director del CAMF como ofensa hacia su persona. Una deconstrucción que armó su brazo como del rayo de Zeus –los dioses supremos suelen tener todos muy mala base en semiótica y no causan más que desastres– , rayo que ha lanzado contra todas y cada una de las actividades de los adredistas en el CAMF, el Taller de Escritura Creativa, el programa de radio Escribiradrede en coordinación con la emisora comunitaria EcoLeganés, la revista Proposiciones y, por supuesto, este blog, que ya no tiene sentido si no lo abastece la producción común del grupo de los adredistas.
El director nos ha dispersado con la porra de su rayo, y expulsado del CAMF a todos los voluntarios asistentes de escritura. El último día hasta nos negó la llave del taller.
Así ha fulminado una experiencia pionera, sublime para todos los que tuvimos la fortuna de vivirla, esta historia de creación colectiva que ha ampliado los horizontes de tantos residentes, unos escritores invisibles hasta ayer que por fin han sido oídos y aplaudidos en escenarios tan diversos y estimulantes como la FNAC o las Naves del Matadero de Madrid, o que se han paseado por la Biblioteca Nacional, el Círculo de Bellas Artes, el Teatro Real o muy recientemente la Residencia de Estudiantes, tuteando a los que les concedían las entrevistas…
Pero es que esta experiencia de integración ha hecho también visibles a los adredistas en escenarios todavía más estimulantes, como son los de la periferia de nuestra sociedad. Se han escuchado sus cuentos en los andenes de MetroSur, en las aceras de Zarzaquemada, en las Ferias de Leganés o en el despacho de su alcalde y en tantos otros, testigos todos de sus gestas creativas, sobre todo en literatura, pero también en periodismo y diseño, sin olvidar la locución de sus cuentos en las ondas generosas de EcoLeganés.
Todo, en fin, se ha ido al garete, repito, por el ya apuntado colmo del escritor: tropezar con un lector con tan deficiente formación semiótica.
Y por supuesto, firmo con mi nombre la presente nota (en este blog, que ha defendido desde su fundación la autoría colectiva como método y la Creative Commons como ley) por razones obvias de responsabilidad. Ocurre que el señor director ha ordenado a algunos trabajadores –creo que no le van a hacer mucho caso, pero así se las gasta él– que envíen a su despacho a todos los residentes que hablen de los adredistas o mencionen mi nombre a partir de ahora. Muy peligrosa esta conducta y una semejante directriz, que amenaza a personas que están a su cargo y tan vulnerables a este tipo de abusos.
¡Para qué decir más!

Andrés Mencía, Adredista 0


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